La exposición a campos electromagnéticos de alta y baja frecuencia derivan en cansancio permanente, dolores de cabeza, nauseas, mareos o insomnio, explica la presidenta de Electrosensibles por el Derecho a la Salud, Minerva Palomar, a ConSalud.es, al tiempo que matiza «que no todas las personas lo padecen ni con la misma intensidad».
Otros efectos son, añade, pérdida de concentración o memoria a corto plazo; además de nauseas o fibromialgia. Un posible caso que desencadenaría electrosensibilidad es, tal y como dibuja Palomar, «una persona que pasa mucho tiempo con un teléfono inalámbrico en la zona irradiada de la casa».
Y es que existen, por un lado, exposiciones a dispositivos de baja frecuencia, como electrodomésticos (frigoríficos, lavadoras, radiocasetes…), que sí se pueden controlar y en los que se puede limitar «bastante bien» y, por otro, otros de alta frecuencia, en los que está complicado evitar los riesgos que entrañan.
En el primer caso, los consejos que ofrece Palomar, se diferencian en si la persona tiene fibromialgia o fatiga crónica o no, patologías en las que, según ella, este tipo de exposición tiene mucho que ver.
«Existen informes médicos de otros países, que han elaborado protocolos en esta dirección, y que están dirigidos a pacientes electrosensibles», ha precisado esta experta. Además, debido a los efectos a largo plazo de esta exposición, añade, se ha elaborado otras recomendaciones, dirigidas al público general.
Evitar las llamadas largas
Sus recomendaciones pasan por utilizar dispositivos conectados a la corriente eléctrica siempre que se pueda, en sustitución de los inalámbricos, que deberán usarse de forma puntual, siendo también apagados por la noche. En este punto, Palomar recuerda que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró, en 2011, que el uso prolongado de teléfonos inalámbricos y móviles podía suponer un riesgo a la hora de desarrollar tumores cerebrales.
Por otro lado, esta experta explica que, entre las posibles hipótesis que se barajan para explicar las consecuencias de la exposición, es que baja el buen funcionamiento de la barrera hemato- encefálica, que deriva en un mal funcionamiento del sistema central, dando lugar a los síntomas mencionados.
Por otro lado, en relación a los campos electromagnéticos que no se pueden controlar, asegura que existen «muchas personas afectadas». Se refiere a las antenas de telefonía o torres de alta tensión. Pese a que ya han tenido muchas reuniones con la Administración para que pongan soluciones a este problema, lamenta que «aún no estén a la altura» y no pongan remedio. Con Salud.