La lactancia materna no es sólo un derecho y un placer para la madre y el bebé. Además, es una técnica que requiere de buenos profesores y nada mejor que una matrona especialista como las que trabajan en el centro de salud de Gran Vía en Castellón para aprender. Ellas enseñan a las madres a dar el pecho con seguridad, a disfrutar de la relación madre-hijo y, al mismo tiempo, a proporcionar a ambos, a la madre y al bebé, de un espacio dónde poner en práctica las técnicas de masaje y relajación más adecuadas.
Su trabajo se ha visto recompensado con la acreditación de la primera fase IHAN, esto es Iniciativa para la Humanización de la Atención al Nacimiento y la Lactancia, que otorga la Conselleria de Sanitat en nombre de la Unicef y la Organización Mundial de la Salud a aquellas unidades médicas que aportan un extra de calidad en el cuidado y la atención a las madres y los lactantes.
Elena Fabregat, pediatra en esta unidad del Gran Vía, destaca que esta acreditación es un premio al trabajo colectivo de todos los empleados que atienden a las madres y a sus bebés. «Desde recepción pasando por las matronas, las enfermeras, los auxiliares o nosotras mismas, las pediatras, esta acreditación ha supuesto un trabajo colectivo bien realizado y organizado para ir superándonos», explica Fabregat. Esta primera fase de IHAN supone que el centro de salud Gran Vía es el primero en la provincia de Castellón en obtener el reconocimiento a su labor en pro de la lactancia natural, un trabajo que no toda la sociedad comprende.
María Martínez, matrona en el Gran Vía, destaca que es un premio bien recibido porque ha supuesto mucho trabajo y empeño por parte del equipo sanitario que compone esta unidad de lactancia materna. «Evidentemente que estamos satisfechas de haber completado esta primera fase y de poder dar a las usuarias del servicio la mejor atención posible», destaca Martínez.
Consol Gil, una de las matronas que atiende a decenas de madres cada día, explica la labor que supone hacer entender a mucha gente que la lactancia materna no es algo anormal. «Aunque es lo más natural del mundo parece que hasta hace poco tiempo había quedado relegada a un segundo plano por la lactancia mediante biberón y nuestro trabajo es recomendar y acompañar a las madres que quieren retomar la lactancia materna para que puedan hacerlo con todas las garantías y con normalidad, como siempre se ha hecho», explica Gil.
La leche materna es, sin duda alguna, el mejor alimento que puede tomar un recién nacido. No sólo lo dice la sabiduría tradicional sino los estudios científicos realizados al efecto. Las matronas del Gran Vía la recomiendan aunque, eso sí, con pleno respeto a la decisión final de la madre.
En este sentido, Consol Gil destaca las virtudes de la leche materna. «Tiene los nutrientes necesarios y los anticuerpos que necesitan las defensas del bebé, está a la temperatura ideal para su consumo, ayuda a estrechar la relación madre-hijo y, además, es totalmente gratuita frente a los biberones así que nuestra recomendación, que no imposición, es que siempre que se pueda se opte por la lactancia materna», indica Gil.
Otro asunto al que se enfrentan las matronas y pediatras es la pedagogía de la lactancia o, lo que es lo mismo, como enseñar a la sociedad que la lactancia materna y el acto de amamantar no es algo extraño o que deba ocultarse a las miradas.
La acreditación IHAN es un reconocimiento a la labor de estas profesionales de la Enfermería aunque viendo la satisfacción con la que trabajan con los bebé y sus madres cualquier premio o diploma que cuelgue de una pared parece un premio menor. Gabriel Ferrándiz/COECS.