El Instituto Médico Valenciano es un organismo científico que tiene como objetivo el debate entre profesionales de la salud. Cuenta con representantes en las tres provincias de la Comunitat Valenciana y ahora sus responsables quieren dar a conocer a la sociedad las actividades de esta asociación científica en Castellón. Con el fin de revitalizar la actividad del Instituto en Castellón, la junta directiva se ha reunido con un grupo de profesionales de esa provincia y se ha constituido una junta provisional de la misma presidida por el Dr. Manuel Bruscas.
El próximo miércoles, 29 de mayo, tendrá lugar en el Colegio Oficial de Médicos de Castellón (Avda. Capuchinos, 7) un acto de presentación del Instituto en el que la Dra. Dolores Corella, catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universitat de València, pronunciará la conferencia “Dieta Mediterránea y prevención cardiovascular. Resultados del estudio Predimed».
El Instituto Médico Valenciano fue fundado en 1841 para ser, entre otras cosas, un lugar de encuentro para el debate de aspectos científicos y profesionales relacionados con la salud. La Federación de Sociedades Científicas forma parte del Instituto y agrupa a la mayor parte de las sociedades de especialidades médicas y farmacéuticas de la Comunidad Valenciana.
Un poco de historia
Formado por decenas de sociedades científicas médicas, del Instituto Médico Valenciano surgió a finales del siglo XIX el Colegio de Médicos de Valencia, centrado más en los aspectos profesionales. Sin embargo, el Instituto continuó su labor de tipo científico. A través de él se vehiculizaron conferencias y cursos impartidos tanto por valencianos como por los más destacados científicos españoles y extranjeros del primer tercio del siglo XX.
Anteriormente uno de los mayores logros del Instituto Médico Valenciano fue la aplicación de las vacunas. Con la colaboración de las autoridades civiles, militares y eclesiásticas se organizó la vacunación gratuita en sus locales. En 1851 se constituyó la Comisión Central de Vacunación. Recibían directamente el cowpox del Establecimiento Nacional de Vacuna de Inglaterra. Se utilizó la propagación brazo a brazo. Unos años más tarde la mayor parte de España utilizaba la linfa vacunal que proporcionaba el Instituto y también tenían acceso a las minuciosas estadísticas que publicaba.
Uno de los momentos de mayor actividad del Instituto tuvo lugar durante la epidemia de cólera de 1885. Alertados sus miembros por la aparición de la epidemia en Tolon en 1884, se ofrecieron a las autoridades como corporación científica para realizar las tareas preventivas necesarias.
Como sucedió en tantos aspectos de la vida de los españoles, la guerra civil acabó afectando también al Instituto. Su actividad languideció hasta su refundación en 1978. Desde entonces, los que han formado parte del Instituto, han tratado de recuperar la actividad de su etapa más floreciente.
En el siguiente enlace puedes acceder a una interesante memoria de la actividad del Instituto a lo largo de los últimos 31 años de existencia. G. Ferrándiz/COECS.
