La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, ha defendido en el Congreso la decisión de pasar a uso hospitalario la vacuna de la varicela y ha garantizado que ahora serán los médicos los que decidan si se debe prescribir por algún riesgo concreto antes de que el niño cumpla los 12 años, que es cuando está recomendada en el calendario vacunal español.
En respuesta a una interpelación urgente de Convergencia i Unió (CiU), la titular del ramo ha asegurado que la decisión adoptada en la última Comisión de Salud Pública del pasado 25 de junio tras la polémica surgida desde hace meses con la prohibición de su venta en farmacias «no obedece a intereses políticos, de empresas o particulares, sino a la evidencia científica y al interés de salud pública de toda la población».
En dicha reunión se acordó que la citada vacuna, comercializada por Sanofi Pasteur MSD con el nombre de ‘Varivax’, pasara a considerarse de uso hospitalario en todas las comunidades, lo que impedirá también su venta en las farmacias de Navarra, Ceuta y Melilla, donde hasta ahora podía comprarse libremente.
Sin embargo, Mato asegura que con esta medida «todos los niños a los que su médico prescriba la vacuna por algún riesgo concreto tendrán acceso a ella en los hospitales de manera gratuita, en lugar de que el padre tenga que ir a comprarla a las farmacias».
Una situación que, según ha argumentado, es «la mejor manera de evitar riesgos» y permite además hacer un seguimiento y «saber qué niños están vacunados y cuáles no». Sobre todo porque actualmente el número de dosis utilizadas suponía un «amplio excedente» con respecto a las que deberían administrarse en función de las recomendaciones incluidas en el calendario vacunal del Sistema Nacional de Salud (SNS): en niños de 12 años que no han pasado la enfermedad.
«Solo se recomienda la vacunación en estos casos para evitar así un cambio epidemiológico de la niñez a la edad adulta, cuando la enfermedad es más grave», ha insistido Mato.