El Grupo de Actividad Física de la Asociación Española de Pediatría y el Consejo General de los Ilustres Colegios Oficiales de Licenciados en Educación Física y en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte han realizado seis recomendaciones a través de las cuales los niños y adolescentes pueden combatir fácilmente el sedentarismo y la obesidad infantil.
Los expertos recalcan que el hábito que más ha cambiado en los últimos años es la falta de ejercicio físico, que en los jóvenes debería ser de al menos 60 minutos diarios de intensidad moderada/alta. Ésta actividad ha sido reemplazada por un exceso de sedentarismo provocado por las nuevas tecnologías y las condicionantes socioculturales.
Los consejos están destinados a los pediatras y profesionales de la educación física para que, a través de su influencia, puedan ayudar a crear hábitos saludables en los más pequeños y frenar la tendencia.
Entre las recomendaciones se encuentra, por ejemplo, cambiar el ascensor por las escaleras o el transporte público por ir andando o en bicicleta a los sitios. Además sugieren potenciar desde la familia e instituciones las actividades físicas extraescolares. El ejercicio en grupo, divertido y al aire libre, es más aconsejable, ya que refuerza positivamente la visión que se tiene de la actividad física.
Los profesionales recuerdan que la práctica habitual de ejercicio, adaptado a cada situación, mejora globalmente el estado de salud y la evolución clínica de los niños con enfermedad crónica o discapacidad.
Aconsejan hidratarse antes, durante, y después de hacer ejercicio, ya que con la actividad física se pierde agua y sales minerales que hay que recuperar.
La Organización Mundial de la Salud sitúa el sedentarismo como un problema grave de salud en niños y jóvenes. El entorno ambiental y social propicia una actitud sedentaria, alejándonos de actividades aeróbicas al aire libre. Las ciudades cuenta con pocas áreas de juego y los centros escolares no dan facilidades para realizar ejercicio. Con Salud.