Si se cumplen las previsiones de crecimiento económico de la economía española realizadas por organismos como el Fondo Monetario Internacional para el horizonte más inmediato, ninguna comunidad autónoma tiene garantizada a medio plazo la sostenibilidad financiera del sistema sanitario público, entendida esta como la evolución acompasada de las dinámicas de gasto sanitario público e ingreso público. Esta es la principal conclusión del macroestudio realizado por la Fundación BBVA sobre la viabilidad de la sanidad pública española.
Según la fundación el crecimiento medio anual del gasto sanitario público español esperado para el periodo 2013-2016 en ausencia de reformas que modifiquen significativamente la tendencia de crecimiento observada en los años previos, se estima en el 4,4%, aunque hay una notable variabilidad entre comunidades autónomas (gráfico 1). Cinco regiones verían reducida de forma relevante su posición relativa con respecto a la media española –Galicia, Cantabria, Comunidad de Madrid, Canarias y Andalucía-, otras tres mantendrían un ritmo de crecimiento próximo a la media nacional – Castilla y León, Principado de Asturias y La Rioja–, mientras que en las restantes – la Comunidad Foral de Navarra, Cataluña, Aragón, Extremadura, País Vasco, Comunitat Valenciana, Castilla-La Mancha, Región de Murcia e Illes Balears– el gasto sanitario crecería por encima de la media.
El estudio se ha denominado El sistema sanitario público en España y sus comunidades autónomas: Sostenibilidad y reformas, dirigido por el profesor de la Universidad de Murcia José María Abellán y realizado junto a un equipo de especialistas en Economía de la Salud de la citada universidad formado por Fernando I. Sánchez, Ildefonso Méndez y Jorge E. Martínez, junto a Vicent Cucarella, del Ivie. La monografía entronca con dos líneas de trabajo del Programa de Investigación Fundación BBVA-Ivie: la referida a la economía de la salud, y la relacionada con el gasto público y las diferencias regionales del sector público español, de la que se han derivado diversas monografías y bancos de datos.
Según esta investigación se busca responder a la pregunta «¿cuál debería ser el crecimiento de la economía española y de cada comunidad autónoma para que los recursos de cada región igualen el crecimiento estimado del gasto sanitario en el periodo 2013-2016?». La respuesta que obtiene estos científicos de la Economía sanitaria es que «dadas las tendencias de gasto, como recoge el cuadro 1, el estudio cifra en un 1,4% anual el crecimiento mínimo del PIB en términos reales que tendría que alcanzarse para que la relación gasto sanitario público-ingresos públicos permaneciera estable. Si esa tasa de crecimiento del PIB no se alcanza, la relación anterior continuaría aumentando en los próximos años».
Por comunidades autónomas, la sostenibilidad así entendida depende de las tendencias de crecimiento del PIB nacional y autonómico –pues ambas influyen en los ingresos de cada comunidad, y lo hacen en distinta proporción- y del crecimiento del gasto sanitario en cada región. Debido a las menores previsiones de crecimiento del gasto, Galicia es la comunidad con un menor requerimiento de crecimiento económico para garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario público: bastaría con que la economía registrase una tasa de crecimiento medio anual del 0,4% en el periodo 2013-2016 para que estuviera garantizada la sostenibilidad de la sanidad gallega. Por su parte, Navarra sería la comunidad que requeriría un mayor crecimiento de la economía (6,9% nacional y 7,2% autonómico) para sostener su sistema de salud. En el dato nacional le seguirían el País Vasco e Illes Balears, que necesitarían que España creciese en torno a un 3% en tasa media anual para que la sostenibilidad de su sistema sanitario estuviera garantizada. Finalmente, Extremadura es la comunidad que registra el requerimiento de crecimiento autonómico más elevado (2,8%), tras Navarra (7,2%).
Según los autores del estudio, «estos resultados muestran la ineludible necesidad de implementar reformas encaminadas a aumentar la eficiencia del sistema sanitario público y que redunden, en último término, en un menor crecimiento del gasto sanitario». Añaden que resulta “imprescindible” que las reformas que se pongan en marcha tengan en cuenta los elementos transitorios presentes en los problemas de sostenibilidad del sistema sanitario público, debidos a la actual crisis económica. Las reformas deben ir encaminadas a mejorar la eficiencia del sistema sin que, según las estimaciones realizadas en el estudio, sea necesario que se modifiquen los elementos sustanciales que definen el sistema sanitario público español.
El gasto sanitario público en España
Según los datos del estudio de la Fundación BBVA, España gasta en asistencia sanitaria pública aproximadamente lo que le corresponde dado su nivel de prosperidad económica. Entre 1991 y 2010 el gasto sanitario público en España ha crecido a un ritmo anual nada desdeñable, situándose en términos nominales por encima del 7% a lo largo del periodo.
Tanto en términos del PIB como si se observa el gasto por habitante, hay una notable dispersión entre comunidades autónomas. En el primer caso, las regiones que presentan un mayor gasto son las que tienen un menor nivel de desarrollo, debido a que su PIB es inferior. Ahora bien, la dispersión entre comunidades en gasto por habitante también es importante y se mantiene incluso después de ajustar los niveles de gasto por las diferentes necesidades relativas derivadas de la estructura poblacional (por sexo y edad) de cada territorio.
En cuanto a la descomposición del gasto público, si se observa desde la óptica de la clasificación económica, los gastos de personal son la principal partida (gráfico 2), responsable en casi un 50% del crecimiento del gasto de las comunidades autónomas, del Insalud y del Ingesa entre 1991 y 2010. Esta contribución ha aumentado en los últimos años y representa un porcentaje aún mayor entre 2007 y 2010 (54,3%).
Según la estructura funcional del gasto (gráfico 3), los servicios hospitalarios y especializados explican casi el 60% de la variación del gasto sanitario agregado (casi el 70% en el periodo 2007-2010). En contraste, el gasto en servicios de atención primaria (los más relacionados con la prevención de las enfermedades) apenas explica el 15% del crecimiento total del gasto sanitario público entre 1991 y 2010.
Mejorar la Atención Primaria para descargar la hospitalaria
Una de las estrategias para mejorar la calidad y sostenibilidad de los sistemas sanitarios públicos pasa por potenciar los servicios primarios de salud. Desde esta perspectiva, comunidades como Andalucía, Castilla y León y Castilla-La Mancha, que tienen un gasto per cápita superior a la media nacional en atención primaria (gráfico 4) pero por debajo en servicios hospitalarios y especializados (gráfico 5), podrían identificarse como ejemplos de «buenas prácticas» en política sanitaria y servir como referente al resto de regiones.
El estudio también recoge el cambio de tendencia que ha tenido lugar desde 2004 en la evolución del gasto farmacéutico en España. Con un nivel considerado –por elevado- como una «anomalía» en el contexto internacional, este gasto se ha reducido a la mitad con respecto a su aportación en el periodo 1991-2004, debido a la agresiva política de reducción de precios y márgenes acometida por el Gobierno español desde entonces. Pese a ello se mantiene todavía significativamente por encima de la media de la OCDE. Como consecuencia de las medidas adoptadas, también se ha reducido la contribución del gasto en farmacia al crecimiento del gasto sanitario.
Junto a la monografía se ha publicado una nueva base de datos elaborada por la Fundación BBVA y el Ivie, que contiene información estadística sobre gasto público sanitario territorializado en España y sus comunidades y ciudades autónomas para el periodo 1991-2010. Se trata de una base de datos territorial homogénea que complementa la ofrecida hasta el momento por la Estadística de Gasto Sanitario Público (EGSP), elaborada por el hoy Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en colaboración con las comunidades autónomas. La nueva base de datos profundiza en la territorialización provista en la EGSP y alcanza el 94% del total del gasto sanitario público, según los agentes públicos considerados.
Entre la información incluida en la base de datos se ofrecen proyecciones de población por comunidad autónoma y edad, perfiles de gasto sanitario e índices de evolución del gasto sanitario. El nuevo banco de datos está disponible en www.fbbva.es. Gabriel Ferrándiz/COECS.