“Más allá de las niñas que no han iniciado relaciones sexuales y que, por tanto, no han estado en contacto con el virus del papiloma humano (VPH), existe un amplio grupo de mujeres que pueden verse beneficiadas por la vacunación frente al cáncer de cérvix”, ha apuntado el doctor Jackie Calleja, del Servicio de Ginecología del Hospital Quirón, en la reunión “Cáncer de Cérvix ¿Vacunación más allá de la adolescencia?”, un foro de actualización que ha reunido a ginecólogos de la Comunidad de Madrid.
“Hay que eliminar el falso mito que tienen algunos profesionales sanitarios, especialmente ginecólogos y médicos de Atención Primaria, de que la vacunación no tiene utilidad en aquellas adolescentes, adultas jóvenes e incluso mujeres maduras que ya han iniciado una vida sexual activa”, añade. “Bien es cierto, que el grupo de niñas de 11 a 14 años, que por norma general no han tenido relaciones sexuales aún, constituye la población diana donde se obtiene la mayor eficiencia desde el punto de vista de salud pública”.
El experto ha incidido en tres aspectos importantes. En primer lugar, ha resaltado la importancia epidemiológica de las lesiones precancerosas causadas por el virus del papiloma humano (VPH) y del mismo cáncer de cérvix en nuestro entorno. Por otro lado, ha incidido en el “papel protagonista que tiene el VPH en la génesis de las lesiones premalignas y del propio cáncer de cuello de útero, por la persistencia de la infección debido a los serotipos de alto riesgo oncogénico”. En este sentido, hay que tener en cuenta que cerca del 30% por ciento de las mujeres españolas entre 18 y 25 años han contraído el virus del papiloma humano y que la prevalencia del VPH entre las mujeres españolas entre 18 y 65 años es del 14,3%, según el estudio Cleopatra. Lo que supone más de 1.600.000 mujeres infectadas por este virus. Un punto positivo en este sentido, es que aunque se trate de una infección con una prevalencia alta en nuestro entorno, en la mayor parte de los casos se trata de una infección transitoria y por tanto, autolimitada.
Por último, ha expuesto las estrategias de prevención disponibles, tanto primarias (con las vacunas) como secundarias, citologías que detectan si ya se ha producido alguna lesión. En el momento actual, la cobertura vacunal frente al VPH en la Comunidad de Madrid, incluso entre las adolescentes incluidas en el calendario vacunal, apenas alcanza el 60%, cinco puntos por debajo de la media nacional.
Por su parte, el doctor Pluvio Coronado, del Servicio de Ginecología del Hospital Clínico San Carlos, ha explicado que en su hospital ven un mayor número de casos de infección por VPH, lesiones precancerosas y cáncer que en otras zonas por ser centro de referencia. “De todas las pacientes que acuden a la consulta por patología del tracto genital inferior un porcentaje elevado tiene VPH positivo, donde el serotipo 16 es el más prevalente y el que se asocia a las lesiones de más alto grado”, explica.
Está demostrado que las mujeres que no están incluidas en las estrategias de vacunación de calendario pueden verse claramente beneficiadas por la vacunación. Además hay un repunte de la prevalencia del VPH en las mujeres a partir de los 35 años, por lo que el papel de los ginecólogos es muy importante no sólo en el tratamiento, sino también en la prevención de reinfecciones. “Hay que vacunar a todas las mujeres mientras tengan posibilidades de infectarse por estos virus”, recomienda.
El perfil más frecuente de la mujer infectada es, según este experto, el de una mujer de entre 20 y 30 años. “Las lesiones cervicales de más alto grado aparecen entre los 30 y los 35 años”, comenta.
En cuanto a las conizaciones (intervenciones quirúrgicas para el tratamiento de las lesiones cervicales premalignas moderadas y graves), “en nuestra área realizamos una media de cinco de estos procedimientos a la semana”, lo que nos da idea de la dimensión del problema. ConSalud.