GUERRA DE UNIFORMES EN LOS HOSPITALES DE CASTELLÓ
Ahora son los uniformes y luego podrían ser los sueldos y las condiciones laborales que distinguen al personal estatutario de los empleados contratados para atender el mantenimiento y las cocinas de los cuatro hospitales de la provincia lo que varíen. A fin de evitarlo, Intersindical Salud ha denunciado la situación ante la dirección del Hospital General. En este sentido, han explicado que las dos empresas que se han adjudicado tanto la cocina hospitalaria como los servicios de mantenimiento de los hospitales General, La Plana, de Vinarós y la Magdalena «ya han tomado las medidas a los funcionarios estatutarios para que lleven su uniforme, en lugar del que les corresponde con el logotipo de la Agencia Valenciana de la Salud». «Además, se lo tendrán que lavar en casa, cuando aquí los funcionarios disponen de lavandería», añadieron a la queja. Se trata de una minoría de empleados públicos, puesto que ha medida que se van jubilando, las empresas que se adjudican estas tareas contratan a su propio personal. En el caso del Hospital General en la capital de La Plana, «de las 50 personas, aproximadamente, que trabajan en la cocina, sólo quedan cuatro pinches y dos cocineros estatutarios», según advierten desde la fuerza sindical. Sin embargo, al frente del mantenimiento del centro hospitalario de referencia de la provincia hay 20 funcionarios frente a un máximo de seis personas contratadas por la empresa adjudicataria. El Mundo
HOSPITALES SIN FRONTERAS FÍSICAS
Nuestra casa podría convertirse en una extensión del hospital. Hoy ya es posible consultar al médico especialista por videoconferencia o, incluso, que alguien controle nuestras constantes vitales y dé la alarma cuando haya alguna anomalía. Todavía queda camino por recorrer, pero la implantación de las nuevas tecnologías de la información (TIC) en el ámbito sanitario es inevitable. Y no sólo inevitable, sino también necesario para mejorar la eficiencia de nuestro sistema de salud. Por su organización, los hospitales están preparados para tratar a pacientes agudos, cuya atención sanitaria tiene un principio y un fin. Por contra, en el futuro, la mayoría de los enfermos serán crónicos y necesitarán supervisión durante décadas. En la actualidad estos pacientes tienen que acudir a los centros sanitarios para procedimientos tan sencillos como someterse a análisis periódicos o pedir nuevas recetas, lo que absorbe recursos del sistema. De ahí que una de las apuestas de la esalud sea la telemedicina. En el País Vasco, las aplicaciones de Saludnova permiten monitorizar a los usuarios mediante sensores y recabar datos, como el peso o la tensión, desde su casa. Eso es posible a través de un dispositivo móvil que los transmite al centro sanitario o al servicio de teleasistencia, evitando complicaciones e ingresos en el hospital. En las Isalas Canarias, gracias al sistema Healthpresence, de Cisco, los pacientes del Hospital General de La Palma pueden hablar desde la consulta de su médico de cabecera con especialistas de los servicios de Neurocirugía y de la Unidad del Dolor del Hospital Universitario de Canarias, situado en Tenerife. Esta solució incluye una cámara de alta resolución, equipos biométricos y un sistema para compartir la historia clínica. Así, la Administración no tiene que pagar el viaje de una isla a otra y los enfermos no pierden un día entero. El Mundo
CONDUCIR LA SILLA DE RUEDAS CON LA LENGUA
Conducir una silla de ruedas puede ser en un futuro, tal vez no muy lejano, mucho más fácil que en la actualidad para las personas con lesión medular que afecta a brazos y piernas. De momento ha sido una realidad para los participantes en un ensayo clínico llevado a cabo en el Instituto de Tecnología de Georgia, que ha probado un sistema de conducción controlado mediante los movimientos de la lengua. Los resultados se publican en el último número de Science Translational Medicine. “La lengua tiene muchas capacidades que, si aprovechan adecuadamente, puede convertirse en una modalidad de control atractivo para las personas con gran discapacidad física” señalan los investigadores. Destacan que el tamaño de la corteza motora dedicado a la lengua y la boca en el cerebro es similar en extensión al territorio de los dedos y la mano, lo que la confiere un control motor muy sofisticado y una gran capacidad de manipulación, como demuestran su papel en el habla y la ingesta. Los investigadores han utilizado estas ventajas de la lengua para ponerla al servicio de las personas que por un accidente medular, un ictus o alguna enfermedad neurodegenerativa han visto su movilidad reducida y tienen que depender de una silla de ruedas. A esto hay que añadir que la lengua está controlada por un nervio craneal que no suele estar dañado en estos pacientes y sus músculos son muy resistentes a la fatiga, lo que permite utilizar un dispositivo de control mediante la lengua durante un largo período de tiempo. Además, puede moverse rápidamente y con precisión dentro de la boca de forma intuitiva. ABC