«Coge una manzana, y ahora, dale un mordisco», son las instrucciones que le indica pausadamente la doctora a su paciente cuando le trata de un trastorno obsesivo-compulsivo con la realidad virtual. Una realidad en 3D, gracias a la cual el «jugador» se ve inmerso en una cocina, zona de trabajo.. o en el campo en el que se quiera entrenar para el tratamiento del trastorno.
Esta herramienta es uno de los medios para conseguir los objetivos del proyecto Prometeo; «Trastornos obsesivos y alimentarios: Desarrollo de procedimientos para mejorar la detección precoz, luchar contra el estigma y optimizar los tratamientos mediante herramientas de E-Salud», que busca tal como su nombre indica, desarrollar estrategias que permitan la detección temprana de Trastornos Obsesivo Compulsivos (TOC) y Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) como clave para un correcto diagnóstico y tratamiento posterior. Dicho Programa Prometeo, impulsado por la Consellería de Educación, Cultura y Deporte, pretende identificar, respaldar y potenciar grupos de I+D de excelencia en la Comunitat Valenciana, así la consellería concede ayudas económicas para la ejecución de las investigaciones.
Usar cubiertos sin haberlos limpiado uno mismo previamente, poder trabajar en un lugar de trabajo ligeramente desordenado, comer con normalidad sin que se convierta en un debate interno… resulta algo tan corriente para cualquiera como respirar. Sin embargo, los pacientes a quienes tratan las doctoras en psicopatología y especialistas en psicología clínica Amparo Belloch y Conxa Perpiñá luchan cada día por superar este tipo de miedos que les impiden vivir con plenitud.
Las doctoras trabajan pues, en el desarrollo de instrumentos que permitan optimizar el tratamiento al máximo, conseguir que los pacientes se adhieran a dichos tratamientos ya que tienden a abandonarlos y evitar la estigmatización al tratarse de personas que tienden a ocultar los síntomas.
La Doctora Belloch lleva más de 15 años investigando sobre estos trastornos, especialmente el obsesivo-compulsivo, para lo cual ha contado con varias ayudas, tanto del Ministerio de Ciencia y Competitividad como de la Consellería de Sanitat de la Comunidad Valenciana. Actualmente cuenta además con la ayuda de la Consellería de Educación, Cultura y Deporte, a través del Programa Prometeo para grupos de investigación de excelencia, que le está permitiendo ampliar los objetivos de su investigación además de consolidar y difundir los logros ya obtenidos.
La realidad virtual
Así pues, su trabajo se divide en una primera etapa centrada en la detección precoz y una segunda que versa sobre la importancia del tratamiento y mejora de la calidad de vida, es en esta fase en la que nos presentan la realidad virtual como herramienta para combatir los síntomas. A simple vista recuerda a uno de esos videojuegos en los que el jugador se ve, literalmente, inmerso en el juego. Éstos en los que interactúan con el entorno creado dentro del juego. Pues así funciona su realidad virtual. Gracias a este programa el paciente puede experimentar los mismos miedos e incomodidades que en la vida real, pero estando a salvo, y aprender a luchar contra ellos con la ayuda de su terapeuta.
Tecnológicamente se trata de un escenario gráfico diseñado en 3D por un ordenador y aunque no es real, el miedo que genera sí que lo es. Uno de los aspectos que el equipo de trabajo ha tenido en cuenta, es que se tratara de una herramienta de fácil uso para los especialistas en salud mental, que no hicieran falta grandes aparatajes ni ordenadores, y así es, tan sólo se necesita un ordenador y una pantalla de televisor grande.
Y ya que hablamos del equipo de trabajo, indicar que se trata de un equipo mixto formado por la Doctora en Psicología Gemma García Soriano, Carmen Carrió, también Doctora y psicóloga especialista en psicología clínica en un Centro de Salud Mental, y las anteriormente presentadas Amparo Belloch y Conxa Perpiñá. Alrededor les acompañan un grupo de psicólogos clínicos que trabajan en la red pública, psicólogos e investigadores que se están formando y miembros de la Universidad de Valencia. A propósito del grupo descrito, se trata del único en España y fuera de ella que trabaja de forma coordinada y asociando ambos trastornos. GVA.
