Según detalla el último informe de ONUSIDA actualmente existen más de 35.3 millones de personas infectadas por VIH en el mundo. Estas cifras indican que ha disminuido un 33% la aparición de nuevas infecciones y del número de muertes en relación al año 2001. El éxito de esta reducción, aunque sigue siendo alarmante, se debe al desarrollo de programas de prevención y a la aparición del Tratamiento Antirretroviral (TAR).
De esta forma, la valoración y fomento de la adherencia a este tratamiento es un factor clave y prioritario en la práctica asistencial. La enfermera Miriam Cordero Vargas, de la Universidad Pontificia de Salamanca, ha centrado su trabajo de fin de grado en la necesidad de fomentar la presencia de la enfermera en el seguimiento de pacientes con VIH/SIDA para aumentar la adherencia al tratamiento. El estudio de esta profesional, que ha sido publicado en la revista ROL de enfermería, es necesaria una mayor presencia de los profesionales de Enfermería en el seguimiento de estos tratamientos, con el fin de reducir la cifra de pacientes que no lo siguen.
Cordero reclama que la intervención debería ser más interdisciplinar ya que una de las principales conclusiones a las que llega es que «el 40,75% de los estudios determina que la intervención multidisciplinar aumenta considerablemente la adherencia» y por eso es necesario contar en este tipo de tratamientos con un «equipo compuesto por diferentes profesionales: personal de enfermería, médicos, psicólogos, farmacéuticos y trabajadores sociales”. Sin embargo recalca que «a pesar de que esta enfermedad se caracteriza por ser de tratamiento exclusivamente hospitalario, se debería tratar también desde un punto de vista socio-económico y considerar la idoneidad de la enfermera gestora de casos para este tipo de tratamientos».
La enfermera, indica el estudio, es un elemento esencial para fomentar la adherencia al TAR. Aunque el trabajo ha de ser de colaboración entre diferentes sanitarios, los profesionales de enfermería son indispensables para «la promoción de la salud, la monitorización y registro de la adherencia, así como los efectos adversos a la medicación, entrevistas motivacionales o consultas de adherencia» recalca Miriam Cordero. REVISTA COL / COECS.